martes, 9 de agosto de 2016

¡Por favor, háblame del amor!

Les comparto la presentación que Xavier Lacroix hace al libro de Inès Pélissié du Rausas ¡Por favor, háblame del amor! - La educación afectiva y sexual de los niños de 3 a 12 años, de Ediciones Palabra. Este libro nos presenta pistas importantes para orientar la educación sexual y afectiva integral de los hijos en el ambiente del hogar.

___________________________________________________

«El cuerpo del otro desvela todo el misterio de su persona
y enseña la vía de comunión con su ser.
Por eso, el cuerpo –el propio y el del otro– jamás puede ser un objeto.
Como signo de la persona debe ser recibido y amado para el bien de la persona entera».

Aline Lizotte
(Cita de su obra Le don dex époux, signo de amor invisible, ed. du Servitetur, 1992,p. 19)


Cada vez resulta más patente que la educación sexual, inseparable de la educación afectiva, debe comenzar antes de la adolescencia, antes de los trastornos de la pubertad, mucho antes de las situaciones de urgencia. Son escasos los autores que se atreven a formular –en este terreno– planteamientos educativos destinados a los niños, especialmente en el ámbito familiar. Afortunadamente, Inès Pélissié du Rausas nos ofrece esta hermosa obra en la que se aúnan consideraciones fundamentales con propuestas concretas. Nos aporta mucho más que recetas pedagógicas. En efecto, en el contexto de una educación integral, un auténtico estudio sobre lo que se designa generalmente con el término «sexualidad» –pero que sería más adecuado llamar «vida sexual»– debe tener en cuenta a la persona en todas sus dimensiones.

Con esta perspectiva comienza la obra, que funda su orientación en una verdadera antropología, es decir, en un estudio fundamental de la persona, del cuerpo, de las relaciones íntimas entre la una y el otro y, en primer lugar, de su unidad. A continuación nos demuestra que, para hablar acertadamente sobre sexualidad, conviene superar el lenguaje funcional o las nociones biológicas a los que se limitan actualmente la mayor parte de los estudios. Inès Pélissié du Rausas, con su sensibilidad y su cultura literaria, demuestra su conocimiento de las posibilidades del lenguaje y se presta a la expresión poética, analógica, simbólica. Incluso se atreve a ofrecernos ejemplos de conversaciones entre padres e hijos. El humor, el pudor y la delicadeza, tan opuestos a las habituales derivaciones hacia el chiste o la burla, se asocian a la audacia de unas palabras sinceras.

Uno de los aspectos más interesantes de la obra es la constatación de que lo escrito viene precedido de lo oral. Este estudio ha sido contrastado por padres y por jóvenes relacionados con el tema. No rehúye las cuestiones difíciles, como la prevención de los ataques sexuales, el aumento de la masturbación o la sed de amar de las personas disminuidas. Fija su atención en puntos importantes, como el del respectivo papel del padre y de la madre, o el empleo de un lenguaje adecuado según las diferentes edades. Se atreve a rehabilitar palabras que han llegado a ser raras, como «castidad» o «pureza». Propone soluciones sin atenerse al enunciado de reglas abstractas; habla en términos de responsabilidad, de dominio, de diferencia, de sentidos.

En una época en la que dominan los estudios higienistas o funcionales, en un tiempo, también, en el que, a pesar de las supuestas «liberaciones», sigue siendo difícil hablar de estos temas en familia, damos la bienvenida a un libro orientado hacia una cultura de la vida. Porque la sexualidad no consiste solamente en la suma de fenómenos biológicos y de emociones psíquicas: consiste, fundamentalmente, en una apertura a la vida en todo el sentido del término: vida recibida, vida misteriosa, vida fecunda, vida entregada que encuentra su verdad en la donación.
Xavier Lacroix
Decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Lyon

(Presentación del libro de  Inès Pélissié du Rausas, ¡Por favor, háblame del amor!,

 Ediciones Palabra, Madrid, 2008).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En medio de la situación que vive Colombia, vale la pena promover la educación integral desde la familia.

parroquiansranolaima@gmail.com dijo...

Me parece clave la postura integral frente a la educación y sobre todo que se dé herramientas a los padres para esta tarea.

Padre responsable dijo...

Me gustaría tener el libro y leerlo en familia.